El Señor nunca puede quedar solo, por lo que cada adorador entrega al menos una hora a la semana para acompañar a Jesús, de manera que la capilla permanece abierta a quien lo necesite gracias a estos adoradores. Un sistema de suplencias garantiza cubrir las ausencias (imprevistos, vacaciones, enfermedades, etc). Para ello se necesitan varios cientos de voluntarios adoradores, de los cuales una buena parte Jesús ya los ha llamado a inscribirse y reservar su hora.
Nuestra hora de adoración es un espacio de tiempo que voluntariamente le damos al Señor para que Él actúe en nuestros corazones y los vaya transformando y uniendo más al suyo. Además, nuestro tiempo es lo único que es solo nuestro, de nadie más y que no podemos recuperar, por lo que es el mejor regalo que podemos darle al Señor. Con nuestra hora semanal (menos de 1% del tiempo semanal) nos convertimos en misioneros, en apóstoles de la Eucaristía, ya que allanamos los caminos del Señor facilitando que las almas sean tocadas por el Señor en la capilla.
Si estás interesado en reservar un turno revisa la tabla y te pedimos que te inscribas en aquellos más necesitados de adoradores. El número indica el número de adoradores titulares inscritos en cada turno, que va desde las 0h a las 24h.
En color blanco los turnos que están disponibles (en los que se necesita más urgentemente un adorador)
En color rosa en los que sólo hay un adorador titular inscrito (es mejor tener varios adoradores en cada hora)
En color amarillo los turnos en los que hay dos adoradores titulares inscritos
En verde los que tienen más de dos adoradores
En color gris son horas reservadas para limpieza
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